Poema po-ético
Puede estar pasando de todo,
pero mi anotador está en blanco,
el lápiz está en mi mano y la lectura es mía…
Y aunque cuando voy a escribir
encuentro un manual cargado
que alguien puso en mi mano
lleno de entendimientos del pasado
y fórmulas para vivir el presente,
y parece que no hay espacio
para los sueños de este ente,
aun así
puedo escribir en los márgenes
o entre las palabras que son como ángeles
o incluso en lo acogedor
de las letras con interior
como la O
o la D
y ni te digo el doble interior de la B.
Es decir, espacio siempre hay
y la libertad puede oler a locura,
sonar a infancia
o verse como se ve a la distancia
la silueta de lo irresponsable
que siempre se ve de lejos
porque aterra lo inefable…
Sí, lo diferente nos aterra
pero más nos aterra (o encierra)
no entender dónde empieza lo otro
y dónde termina lo cercano
que es controlable y hermano.
¿Qué es la responsabilidad?,
murmuró alguien en la ochava
y cuando me di vuelta
una puerta de la esquina se cerraba
y un perro confundido escarbaba
en un cantero con debilidad…
Y ahí pensé en la responsabilidad
para después preguntarme
¿quién menciona en esta tarde
esa suerte de ética
que es la responsabilidad poética?
¿Quién se dedica hoy en día
a ese éxtasis que es la poesía?
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